¿Pasión o compromiso? Yo me quedo con la pasión.
La pasión es gratis, el compromiso no. Esa es una de las razones por las que, personalmente, me quedo con la pasión. Sin embargo, todavía son muchos los que cada día me tratan de convencer para que cambie de idea. Me dicen: “Silvia, hazme caso, es mejor compromiso, que se puede comprar”. ¿De verdad lo piensan? ¿A estas alturas? En una cosa sí tienen razón: el compromiso se compra. Todos tenemos un precio.
Uno de los últimos en tratar de convencerme fue el Presidente de una reconocida firma de consultoría internacional. Por motivos obvios, evitaré mencionar su nombre. De hecho, se trata tan sólo de un ejemplo, porque han sido, son y, probablemente, serán muchos los que todavía traten de convencerme, tarea que, como saben todos aquellos que me conocen bien, no será fácil. Pero volvamos de nuevo a nuestra pregunta: ¿Pasión o compromiso?
Empecemos por la definición de la Real Academia Española. ¿Qué es el compromiso? Su primera acepción es: “obligación contraída”. La segunda acepción: “palabra dada”. Pasemos así a la definición de pasión: “Apetito o afición vehemente a algo”… ¿Con cuál te quedarías tú? ¿Preferirías estar comprometido con tu empresa o sentir pasión por ella? ¿Y con un proyecto?
Cuando estamos poco comprometidos, llevamos nuestro cuerpo a trabajar, pero nos dejamos la mente y el alma en casa. Cuando estamos bastante comprometidos, nos llevamos el cuerpo y la mente pero dejamos el alma en casa. Tan solo lo damos todo cuando estamos apasionados, cuando además de comprometernos nos movilizan emocionalmente, cuando sentimos desde dentro que ese es nuestro sitio, y que estamos allí porque deseamos darlo todo, cuando sentimos que es nuestra decisión.
Como muchos sabrán, hace unos años obtuve mi doctorado en sociología, y en lo que más me ha marcado es en la atención que presto desde entonces a los números. Por ello, pondré encima de la mesa las estadísticas asociadas a la pasión, y más en concreto a su rentabilidad, porque al fin y al cabo estamos en el mundo de la empresa, y la atención a las emociones es algo importante, pero también rentable, muy rentable…
¿Sabías que la pasión determina el 35% de nuestras probabilidades de éxito en una acción? ¿Y que tan sólo el 15% de las personas van a trabajar en cuerpo y alma? Demos ahora la vuelta a estos números: ¿Sabías que el 85% de las personas parten con el 65% de probabilidades de tener éxito en su día a día? ¿Cuál sería el impacto sobre la rentabilidad de una empresa si el equipo directivo consiguiera que el 100% de los profesionales fueran apasionados a trabajar? ¿Te atreverías a calcularlo?
Llegados hasta aquí, surge la inevitable pregunta: ¿Están nuestras empresas preparadas para este tipo de gestión? ¿Y sus líderes? ¿Por dónde empezar? En «Ingenio y Pasión» (Lid Editorial) proporciono una sencilla fórmula para hacerlo, a través de la metodología R-CAR, que hace referencia a los recursos, la comunicación, la autonomía y el reconocimiento… No obstante, animo a todos los lectores a empezar mañana mismo, por lo que apostaré por uno de los ingredientes: el reconocimiento. Dado que en nuestro país es escaso, y marcar ahí un punto y aparte puede ser muy fácil y rápido.
¿Te animas a apasionarte? ¿Y a apasionar? Dadas las estadísticas, yo no me lo pensaría demasiado…
No se porque nos tenemos que pasar la vida eligiendo entre unas cosas y otras cuando casi siempre lo mejor es conquistar un equilibrio eficiente emocional y operativo entre varias alternativas.
Nunca te obligaría a elegir por lo que acabo de explicar pero la pasión AISLADA Y SOLITA , en mi opinión, trae algún desequilibrio y caos si no va acompañada de orden, planificación y sentido de sotenibiidad de nuestra actividad con clientes.
Difícil ver un perfil comercial sin pasión, pero mejor con competencias complementarias adicionales
Hola a todos, MUCHAS GRACIAS Gonzalo por tu contribución,
Efectivamente no siempre es bueno elegir, pero algunas veces hay que hacerlo… y esta es una de ellas, porque busco conocer cual os preocupa más, cual os importa más, cual es más valiosa para vosotros, aunque efectivamente un mix siempre puede ser una buena solución, pero esta vez no «vale», así que: ¿pasión o compromiso???