«Innovadoras de cincuenta, o más», por Silvia Leal
Durante estos últimos años se ha puesto de moda la innovación, y con ella algunos mitos que, sin una base científica sólida, se han convertido en algo aceptado por todos. ¿Quién no ha escuchado alguna vez que las mujeres son más creativas que los hombres? ¿O que las personas más jóvenes son más innovadoras que las de más edad?
Son tan solo mitos, leyendas urbanas que han condicionado, condicionan y condicionaran el funcionamiento de muchas empresas, por lo que hoy he decidido poner algunas aclaraciones sobre la mesa dado que me parece importante poner las cosas en su sitio en tiempos en los que la innovación es un factor crítico para nuestra supervivencia.
Primera pregunta: ¿Son más creativos los hombres o las mujeres? Cada vez son más abundantes las que muestran que las personas con mayor puntuación creativa son aquellas que con una puntuación alta en masculinidad y feminidad a la vez (andróginos) o bien, por el contrario, una baja puntuación (indiferenciados) en ambos. Es lo que se llama la androginia psicológica. En pocas palabras, los hombres que, entre otras cosas, conectan muy bien con sus emociones, y las mujeres con un alto sentido de autoeficacia, aquellas que creen que pueden con todo. Tiene sentido, ¿no crees?
Vayamos así a la segunda pregunta, ¿son más innovadores los jóvenes o las personas de mayor edad? En este caso la respuesta la trae el sentido común. Para innovar hacen falta buenas ideas pero, sobre todo, conocer el negocio y las herramientas (hoy, casi siempre, tecnológicas) que aportan valor a la empresa. Por ello, puedo afirmar, sin temor a equivocarme que, aunque es difícil generalizar, las personas más creativas son las más jóvenes, están menos «sesgados». Sin embargo, las más innovadoras son las más maduras porque son aquellas que tienen la base de la que parte, casi siempre, el proceso de innovación.
Tiene sentido, ¿no crees? Sin embargo, son muy pocas las empresa que se están lanzando a cultivar y extraer las ideas de estos colectivos, en especial el de las personas más maduras, por lo que dedicaré las próximas líneas a una de esas iniciativas que a mí, desde luego, me han hecho pensar: El proyecto Victoria de P&G.
Hace unas semanas me contactaron para que conociera su programa desde cerca, y me sorprendió especialmente su punto de partida:
- Más del 50% de los compradores tienen más de 50 años y cerca del 70% de la riqueza.
- Más del 80% de las decisiones de compra las toman las mujeres.
- Más del 75% de ellas estarían dispuestas a pagar más por los productos que adquieren si estos mejorasen su experiencia.
La oportunidad para P&G era enorme pero también el reto. ¿Cómo llegar? ¿Cómo conseguir adaptar su proceso de innovación a esta nueva realidad? Sobre el papel parece sencillo pero un pequeño error pudiera haber sido fatal…
Fue así como lanzaron Victoria (www.victoria50.es), una plataforma es interacción y mucha escucha con estas mujeres que, en contra de lo que muchos puedan pensar, utilizan la tecnología, y mucho, para mejorar su calidad de vida. Por ello, si estás pensando en el futuro, en crecer e innovar, para salir reforzado de estos tiempos que nos ha tocado vivir, toma buena nota y, al menos, atrévete a explorar. Las mujeres así son innovadoras, inspiradoras y, por si fuera poco, pueden ser muy rentables…