Bob Woodward: «El periodismo no tiene límites»
La primera sesión del MABS 2017, el evento organizado por Atresmedia sobre management y business, contó con la presencia de una de las figuras más relevantes en el campo de la comunicación de la ultima mitad del siglo XX: Bob Woodward, co-autor junto su compañero en el Washington Post, Carl Berstein, de la investigación sobre el caso Watergate que terminaría con la salida de Richard Nixon de la Casa Blanca en agosto de 1974. Woodward, galardonado con el premio Pulitzer en 1973, es una de las voces más autorizadas para hablar sobre el papel que desempeña la prensa en el mundo actual, especialmente relevante en un contexto de crisis y descrédito de las instituciones.
Precisamente, Woodward comenzó su intervención haciendo referencia a la situación política que vive su país bajo la presidencia de Donald Trump. «Habiendo escrito ocho libros sobre presidentes de EEUU, considero que hay dos características fundamentales que deben tener: la buena fe y algún tipo de autoridad moral. En el caso de Trump, estas dos cosas aún no se han visto«, resaltó.
El periodista, incluso, llegó a diagnosticar al presidente un «trastorno narcisista». «La mayoría de los presidentes tienen este trastorno -explicó-, pero puede que Trump más que los demás». Una característica que ilustra la desconfianza de Woodward sobre la actual administración, más si cabe, ante el poder que ostenta: «Trump decide lo que se va a hacer, incluso a través de su cuenta de Twitter. Es muy significante el poder de ir a la guerra. En la Constitución Americana el presidente es el jefe de las Fuerzas Armadas y puede ejercer esa fuerza como le plazca», advertía.
En este sentido, el papel fundamental fiscalizador y controlador del poder recae en la prensa. El artífice de la destitución del presidente Nixon considera que hoy más que nunca «el periodismo no tiene límites». Durante su intervención, alabó la función limitadora del poder por parte del los medios de comunicación, pues «no hay nadie tan poderoso que no pueda ser retado de forma abierta«, a la vez que hizo una defensa a ultranza de la verdad como valor imprescindible tanto para el periodismo como para la democracia. Una verdad que debe estar «incluso antes que la vida».
«Desafiar la gestión» es para Bob Woodward una de las claves del correcto ejercicio del periodismo. «En el Washington Post tenemos claro que los trabajos bien hechos son los que se hacen desafiando. Lo cual no significa incumplir las normas, sino empezar desde abajo y ejercer presión», explicó durante su intervención en el Palacio de Congresos de Madrid.
Tanto durante su campaña presidencial como en sus primeros meses de gobierno, Donald Trump ha mostrado una actitud claramente beligerante contra la prensa estadounidense, acusando abiertamente a diferentes medios de deshonestos y falsos. Para Woodward, la cobertura «venga de donde venga se hace de buena fe» pero advertía que «si contaminamos nuestro periodismo con ideas preconcebidas nos vamos a perder la historia real«. Por ello, incide Woodward, «tenemos que investigar, lo mejor que podamos, pero de una forma responsable«.
Para ello, es necesario contar, según Bob Woodward, con empresas periodísticas comprometidas con el correcto ejercicio de la profesión y con una clara conciencia de su función en democracia. Una actitud que vivió durante el transcurso de su investigación de las escuchas ilegales en el caso Watergate para el Washington Post. «En una reunión con la editora [Katharine Graham] ella me dijo: vamos a llegar al fondo del asunto, tenemos la obligación de investigar, está involucrado el presidente de los Estados Unidos. El mundo está preocupado. Ella entendió la preocupación de la industria periodística, de como había que recabar los datos. Me fui con la sensación de que entendía a qué nos dedicamos«, recordaba.
Una actitud que Woodward reconoce también en la dirección actual de su periódico. En 2013, el CEO de Amazon, Jeff Benzos, compraba el Washington Post entre dudas por parte del mundo de la prensa sobre le papel que jugaría en el futuro de la histórica cabecera. Para Bob Woodward, sin embargo, «es fantástico que a una de las empresas más ricas del mundo tenga tu periódico». Considera que la llegada de Benzos no solo no ha afectado al periódico, sino que ha conseguido impulsarlo. «Él cree en el periodismo serio y profundo. La filosofía que tiene es la paciencia: Lo importante no es lo que podemos averiguar hoy y publicar mañana, sino lo que podemos averiguar en meses o incluso años, hasta que consigamos una explicación completa. Las prisas por la inmediatez es lo que puede dañar una investigación», sostuvo Woodward.
No todo fueron palabras de reconocimiento para el periodismo. Woodward tuvo también tiempo para reconocer errores propios y del sector en general. «Nos hemos vuelto vagos», sentenció después de recordar como consiguió entrevistar a un general del ejercito americano tras presentarse en su propia casa. «Un compañero me confensó que nunca salía fuera a hacer entrevistas. No creo que esa sea la manera de hacer las cosas. Internet nos ha quitado ese empuje que teníamos«, sentenció. En relación a su critica del presidente Ford y su decisión de indultar a Nixon reconoció que se «equivocó» y que «es algo que va a pesar siempre sobre mi».