El «Jeet Kune Do» de la venta… ¡Filosofía Bruce Lee 100%!

Enrique Llimona Valonero

Me figuro que al leer el título de este post  más de uno una habrá pensado que  me he vuelto loco, eso no está mal del todo  si al menos he  conseguido captar vuestra atención…

Pero… ¿Qué es el “Jeet Kune Do”? Y lo más importante, ¿qué tiene que ver con la venta? Ah!…y, ¿qué pinta Bruce Lee en todo esto? Empecemos por lo más fácil…

Bruce Lee

Cuando se habla de Bruce Lee la mayoría de las personas inmediatamente nos imaginamos a un tipo canijo enfundado en un mono hortera de color amarillo y negro repartiendo leches a diestro y siniestro y, la verdad, es lógico, ya que esta ha sido la imagen de nuestro personaje que con más frecuencia llegó a nuestras retinas. No obstante, si se profundiza un poco más  podremos caer en la  cuenta que el personaje da mucho más de si de lo que en principio pueda parecer.

Bruce Lee fue, además de un actor y experto en artes marciales, un filósofo, innovador y pensador bastante reconocido. Cursó filosofía en la Universidad de Washington D.C. donde se interesó especialmente por el pensamiento de Hegel, Marx, Krishnamurti y Spinoza entre otros los cuales aplicó a su estilo de vida.

Tras su muerte, en julio de 1973 el tiempo ha ido revelando al mundo facetas de su figura que inicialmente quedaban algo más ocultas, dotando finalmente de una mayor relevancia a su filosofía que provocó profundos cambios en la forma de entender las artes marciales.

Bruce Lee ha influenciado a generaciones desde su muerte con sus conceptos de liberación del pensamiento clásico, de adaptación a la adversidad, economía de acción y predisposición a aprender. Estos son conceptos que beneficiarán enormemente a la gente de todas las doctrinas, disciplinas y vocaciones y son los que motivan este nuevo post.

Pero… ¿Qué es el “Jeet Kune Do”? ¿Qué tiene que ver con la venta?

Vivimos en un mundo lleno de patrones a seguir, de doctrinas, de limitaciones… ¡También en el mundo de la venta! Vivimos conforme a las reglas de un juego que alguien creó y posteriormente nos explicaron. Reglas que hablan  de lo que está bien y lo que está mal, de lo que es correcto y lo que es incorrecto…y nosotros las seguimos.

Las seguimos con fe ciega y nos dejamos llevar por aquellos que en su día escucharon que la venta se debía desarrollar de una forma concreta, predeterminada, rígida y preestablecida. Asumimos que hay una serie de comportamientos no aceptables durante el acto de la venta porque en los cursos para vendedores nos dijeron  como lo teníamos que hacer, nos indicaron cual tenía que ser nuestro comportamiento específico ante un cliente.

Seguimos las técnicas y enseñanzas que nos transmiten aquellos que en su día también fueron alumnos de alguien que, a su vez,  fue un aprendiz de aquel que decidió escribir que es lo que, a su juicio, estaba bien y lo que no…

Pero…si cada persona es diferente… ¿Cómo puede ser efectivo un mismo estilo de venta para todos? ¿Cómo puede una persona introvertida aplicar técnicas de venta que requieren de una alta capacidad relacional? ¿Acaso la actividad comercial está destinada exclusivamente a un perfil profesional determinado?

Nada más lejos de la realidad. Un claro ejemplo de esto era el propio Bruce Lee quien probablemente, de haberse presentado a algún proceso de selección para profesor o luchador de artes marciales  no lo hubiese pasado  ya que entre sus «problemas» físicos estaban el ser corto de vista, ser demasiado bajo y canijo, una mala espalda y una pierna que era más corta que la otra…vamos… un regalito.

Sin embargo, un proceso de autoevaluación continuo y su deseo irrefrenable de desarrollarse en su profesión le llevó a suplir estas carencias con la velocidad, el timing y la fuerza.

El “Jeet Kune Do” surge como una respuesta  a la necesidad interior de romper con las limitaciones impuestas durante siglos a cada uno de los estilos de artes marciales.

Leo Fong, director de películas y antiguo estudiante de Bruce Lee recuerda una conversación que tuvo con Bruce en 1964. «Bruce me preguntó, ‘¿Por qué estás recibiendo todas estas clases de Kung Fu?’.

«Yo dije, ‘Bueno, estoy buscando lo definitivo’.

«Bruce soltó una carcajada. Dijo, «¡Tío, no hay ningún definitivo! ¡Lo definitivo está dentro de ti!’.

¡Ese el verdadero principio del “Jeet Kune Do”! ¡Lo definitivo esta dentro de cada uno de nosotros! Lo aprendido hasta el momento no es más que una guía, una referencia, un faro perdido en mitad de un mar de dudas pero… tu eres el navegante, tú decides el rumbo y el estilo, tú eres el único responsable de tu destino…el arquitecto de tu desarrollo profesional.

A continuación os adjunto algunos extractos de la filosofía “Jeet Kune Do”:

La única forma de encontrar la causa de tu propia ignorancia es la auto-evaluación y total compromiso hacia tu propio proceso de crecimiento».

Aferrarnos a lo que nos enseñan como una tabla de salvación no hace sino atontarnos. Nos limitamos a aceptar el criterio de otros sin  cuestionarlo por miedo a cometer errores y en ese camino de sumisión perdemos nuestro propio criterio y, con él, tiramos a la basura nuestro verdadero potencial.

La totalidad y libertad de expresión hacia el siempre cambiante oponente debería ser el objetivo de todos los practicantes de “Jeet Kune Do”.

¡También en la venta! Es decir, que sólo a través del autoanálisis, del análisis de nuestros propios clientes y de lo aprendido, podremos crear un glosario de prácticas personales que nos proporcionen los mejores resultados. En definitiva, que no existe ningún proceso mágico que sustituya al trabajo duro orientado a la mejora continua e impulsado por un deseo imparable de autodesarrollo.

«Conocer no es suficiente; debes aplicar».

El conocimiento es inútil si no se le da un buen uso. Más importante, uno nunca puede determinar el valor del conocimiento si no lo prueba. Es por ello especialmente importante desarrollar un espíritu crítico sobre lo que creemos que funciona y lo que no, ya que el papel lo aguanta todo pero… ¿Y el cliente? ¿También lo aguanta todo?

«Debemos entendernos primero a nosotros mismos a fin de conocer cualquier cosa y entender y resolver los problemas».

Y cuando dice cualquier cosa se refiere a las cosas que hacemos. Esto tiene bastante sentido ya que, en parte, nos mostramos como somos a través de lo que hacemos, es decir, que si lo que hacemos es vender podemos llegar a conocernos en profundidad a través de nuestra actividad comercial. Mediante nuestra autoevaluación podemos crecer y mejorar nuestros resultados.

Para terminar me gustaría dejaros con una de las reflexiones que, gracias a la publicidad, más famosas se han hecho:

«No te establezcas en una forma, adáptala y construye la tuya propia, y déjala crecer, sé como el agua. Si pones agua en una taza se convierte en la taza. Si pones agua en una botella se convierte en la botella. Si la pones en una tetera se convierte en la tetera. El agua puede fluir o puede chocar. Sé agua, amigo mío».

¡Eso es! Adapta  tu forma de vender al perfil del cliente y a sus circunstancias, huye de la rigidez y de lo preestablecido, se crítico contigo mismo y evoluciona…

¡Practica el “Jeet Kune Do” de la venta!

¡Fuerza!

Enrique Llimona Valonero

Enrique Llimona Valonero

ACTIVIDAD ACADÉMICA

Diplomado en Ciencias Empresariales (Universidad de Sevilla). Licenciado en Ciencias del Trabajo (Universidad de Huelva). Diplomado en Dirección de Empresas (Instituto Internacional San Telmo).

ACTIVIDAD LABORAL

1999 Midec Servicios: Gestor de Cuentas. 2001 Instituto Británico de Sevilla: Responsable de Marketing. 2002 Iturri, S.A: Comercial. 2006 Dopp Consultores, S.L: Consultor.

ACTIVIDAD PROFESIONAL

Diseño y realización de programas de entrenamiento individuales, así como impartición de seminarios, conferencias y cursos relacionados con el desarrollo de competencias profesionales.

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2 Respuestas

  1. Lorena dice:

    Grande Enrique, grande.

  1. 09/03/2015

    […] Marzo Autor: Enrique Llimona El “Jeet Kune Do” de la venta… ¡Filosofía Bruce Lee 100%! […]

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