La economía salvaje
Si el filósofo griego Diógenes de Sinope viviese hoy seguiría vagando por las calles con su lámpara buscando infructuosamente al hombre honesto.
Jesús de Nazaret creció en un mundo capitalista -el capitalismo es tan antiguo como la historia-. Y es generalmente un buen modelo. Incluso Dalai Lama, Tenzin Gyatso, cree que funciona. “El capitalismo es un modelo que funciona”, dice. “Solo necesitamos compasión”.
Así, desde el año 1 a.C hasta el siglo XXI, el desafío principal del capitalismo no ha cambiado demasiado. El sistema requiere empatía, de lo que carece. En la economía tradicional -la realidad para muchos hoy día- el capitalismo es todavía un modelo brutal en el que eres eliminado si tienes unos sólidos y positivos valores morales. Si el filósofo griego Diógenes de Sinope viviese hoy seguiría vagando por las calles con su lámpara buscando infructuosamente al hombre honesto.
El mundo aún tiene una oportunidad para cambiar el capitalismo a mejor, porque está en constante cambio. Se está volviendo cada vez más salvaje y bello. Nunca ha habido un momento más excitante para dejar huella en este planeta digitalizado.
El primer paso para realizar esta disrupción, que la economía salvaje trabaje para el bien del ser humano, es reconocer que nuestra rápida evolución digital no es realmente sobre IT y tecnología, esto son simplemente los elementos básicos. Más bien, la economía salvaje está más relacionada con un cambio completo en la filosofía que explica cómo está desarrollándose el capitalismo mundial.
Los filósofos de la nueva era son necesarios en todos los lugares, en cada industria y en cada organización. ¿Cómo se enfrenta el mundo a cambios que parecían imposibles unas décadas atrás? El dinero ha muerto. La riqueza monetaria ya no es lo más poderoso. Hoy, el poder real está en el conocimiento y en las ideas. Y, en esta nueva realidad, el concepto global del capitalismo ha cambiado, en cada ángulo y en cada aspecto del mismo.
Multitudes de jóvenes interdependientes y conectados son ahora el centro neurálgico. Nunca antes la diferencia entre las personas de 20 y 40 años fue mayor. Mientras los de 40 están regularmente frustrados por el mundo digital y su actividad frenética robándole su tiempo, los de 20 años generalmente disfrutan de sus vidas conectadas digitalmente -y usan los espacios digitales como su segundo campo de juego. A través de cultura participativa, co-creación, creatividad y entretenimiento, ellos están trabajado en las soluciones del mañana. Este desplazamiento de época golpeará al capitalismo y cambiará cómo funciona nuestro ecosistema financiero y económico.
Cuestiones salvajes
Hay cuatro preguntas que los líderes que quieran aprovecharse de las oportunidades de la economía salvaje deben tratar de responder:
- ¿Qué está pasando en el mundo empresarial actual?
- ¿Qué está sucediendo con la economía?
- ¿Hacia dónde se dirigen las corporaciones?
- ¿Cómo podemos aprender y adaptarnos a este nuevo paradigma?
Del USP al ISP: la era del hecho a medida
Los seres humanos no son seres racionales. Más bien, actuamos por emociones y entonces intentamos justificar nuestras decisiones de manera retrospectiva. Las compañías están muy acostumbradas a manipular nuestra irracionalidad, guiándonos a hacer una mayor decisión de compra basada en nuestro subconsciente. Como la economía crece salvajemente, esto va a cambiar. Las mayoría de las transacciones estarán basadas en las necesidades individuales y tendrán lugar entre iguales. Estamos avanzando hacia un mundo de micro capitalismo, donde moveremos digitalmente pequeñas cantidades de dinero para cambiarlos por productos o servicios.
La llegada de servicios de economía colaborativa como AirBnB o TaskRabbit muestran que este nuevo mundo está ya aquí. La economía cambiará desde las USP (proposiciones únicas de venta) a las ISP (proposiciones individuales de venta) – servicios a medida para personas individuales en lugar de mercados masificados. Poseer cosas propias se convertirá en algo menos importante que acceder a servicios. Los reproductores BluRay y los DVDs físicos ya se han vuelto obsoletos ante el streaming de video en UltraHD 4k. Los servicios en tiempo real evolucionarán antes de tiempo. Nuestros dispositivos sabrán que vamos a ir a la montaña el fin de semana y, si va a nevar, nos ofrecerán de manera proactiva un seguro contra accidentes de tres días. Nuestras casas digitalizadas sabrán que se ha acabado el papel higiénico y pedirán más por nosotros, evitándonos la molestia. ¿Podrá algún día ser posible que las lavadoras en masa sean reemplazadas en las ciudades por aplicaciones de lavandería estilo “click-and-go”?
La muerte de los gigantes.
Las antiguas compañías, con amplias burocracias y sujeta por sindicatos, morirán. La mitad de los trabajos que existen hoy día habrán desaparecido en 2025.
Estas organizaciones son demasiado grandes para cambiar. Dan trabajo a gente talentosa, pero a personas demasiado similares entre sí. Las compañías han fracasado al adaptarse a un mundo de diversidad en el espacio de trabajo. En menos de diez años, veremos un multitud de pequeñas empresas con un rápido crecimiento en sus nichos. En ese momento iremos a un microcapitalismo interdependiente donde la mayoría de las transacciones especializadas ocurren diariamente. Las grandes corporaciones con un enfoque más amplio tendrán dificultades para competir y mantenerse relevantes. Mantener ejecutivos similares -trabajadores tipo entre 40 y 50 años- acabará con las compañías. En su lugar, veremos estructuras a través de las que grupos selectos llevan a cabo las tareas. La responsabilidad de cada uno estará clara. Las personas destacarán con sus tarea. Las diferencias entre trabajadores serán explotadas, no suprimidas.
Libera tu mente: los trabajos te seguirán
Desde la revolución industrial, los humanos han sido buenos reemplazando trabajos con otros nuevos. Pero tenemos que acostumbrarnos a la idea de que los trabajos se vuelvan obsoletos. En el futuro, el trabajo estará más relacionado con manejar tareas en las que, durante el tiempo en el que las llevas a cabo recibes dinero. Los trabajos con tiempo regulado han muerto. La microfacturación será el nuevo modelo de trabajo. Este nuevo paradigma obviamente favorece a aquellos que son networkers inteligentes. Ya hay mucha gente frustrada por esto -de ahí movimientos antiestablishment como el ISIS, AfD o el Brexit. La economía salvaje valora la apertura, la colaboración y la conectividad social: tiene poco que ofrecer a un chico de 33 años que vive con sus padres, se entretiene con videojuegos y se cierra al mundo. Como la inteligencia social será la habilidad más importante del mañana, algunas personas se convertirán en excedente. ¿Está la economía occidental preparada para ello? No puedes evitarlo ofreciendo tareas inútiles, trabajos sin sentido o asignaciones simbólicas. En su lugar, debemos prepararnos para ello -enseñando habilidades sociales en las escuelas para que aquellos que no las hayan adquirido de forma natural puedan aprenderlas en su lugar.
El nuevo terreno de juego: todo es sobre el evento.
Con el video bajo demanda la televisión tradicional se ha visto abocada a la historia, la única propuesta de valor que se mantiene en la televisión comercial es la cobertura en directo de eventos, particularmente deportivos. Los eventos siguen atrayendo grandes ingresos publicitarios. “El evento” es extremadamente poderoso. Cuando se le pregunta a alguien por qué está satisfecho con su trabajo y donde vive, una de las respuestas más habituales es: “algo está pasando aquí”. Esto es porque hemos urbanizado nuestro planeta en células metropolitanas, representando el estado en una unidad anacrónica -considerando el campo como un espacio sin valor económico. Los trabajadores especializados quieren vivir y respirar los eventos de la ciudad. De manera similar, toda la experiencia sobre los productos y los servicios que las empresas venden deben ser un evento. En la economía salvaje, conseguir cque la gente hable y se comunique es la única medida de éxito.
El factor XX: Las mujeres gobernarán el mundo
Lo vemos en el mundo académico. Lo vemos en los negocios. Lo vemos en los gobiernos. Las mujeres están conquistándolo todo. Mientras los políticos y los medios de comunicación han estado discutiendo sobre la falta de mujeres, las más jóvenes han pasado los últimos diez años preparándose para comerse a los prehistóricos hombres blancos de más de 50 años que lideran las grandes compañías. Las ganadoras en la economía salvaje serán las mujeres de entre 30 y 40, equipadas con habilidades sociales y conocimiento de los medios sociales -expertas en hablar con la gente y no a la gente.
Salida de la escuela: educación disruptiva.
Descansen en paz las antiguas escuelas que nos guiaban a convertirnos en trabajadores industriales cuando solo quedaban unos pocos trabajos industriales. Muchas escuelas desarrollan habilidades del pasado y no hacen nada por las habilidades del futuro. Los profesores y las escuelas aburridas tiene ahora competidores internacionales (y gratuitos): videos que puedes ver donde y cuando quieras; técnicas de aprendizaje colaborativo que inspiran y relacionan; recursos digitales que pueden educar e informar. En la economía salvaje debemos disrumpir el sistema educativo, pues en su estado actual no sirve para nada. La primera crisis afectará a institutos y universidades. ¿Por qué debo ir a una escuela aburrida y escuchar a un profesor aburrido cuando hay grandes clases que puedes encontrar en internet? ¿Y por qué debe terminar la educación a los 18 o a los 21 años? Una vez superas los 50 años debes luchar duramente cada día para mantenerte curioso y hambriento de conocimiento.
No hay motivo para tener miedo al capitalismo salvaje, porque el más ansioso sufriría. Necesitamos un mercado libre para ayudarnos a crear un mundo donde los buenos puedan aventajar a los malos. La economía crecerá cada vez de manera más salvaje. El caos aumentará. Vivimos tiempos excitantes. Lo conseguiremos. Progresaremos.