Raquel Roca: «Las carreras profesionales se alargarán hasta los 80 años»
La evolución exponencial de las tecnologías nos lanzan hoy hacia una época laboral en la que muchos puestos de trabajo serán sustituidos por máquinas, software y robots. Pero, ¿estamos preparados? A través «Knowmads, los trabajadores del futuro» (LID), el último libro de Raquel Roca, tomamos conciencia de la necesidad de cambiar nuestros perfiles profesionales para convertirnos en profesionales del conocimiento (knowmad), flexibles y en constante cambio, como la sociedad líquida en la que hoy vivimos.
más movilidad ha conversado con Raquel Roca, periodista y docente, que un buen día paró y miró al futuro tras descubrir un nuevo concepto, el de nómada del conocimiento. Entonces, comenzó la aventura de escribir «knowmads, los trabajadores del futuro» para servir de guía a todas aquellos profesionales que «andan algo perdidos» y quieran aprovechar las oportunidades que nos brinda este nuevo ecosistema laboral.
«knowmads, los trabajadores del futuro» ya está ayudando a muchos trabajadores a replantearse su perfil profesional. ¿Cómo surge este concepto?
knowmads es un neologismo que mezcla dos palabras: Know (conocimiento) y mads (nómada) . Es un término inventado por John Moravec, sociólogo norteamericano, que escribe el prólogo del libro. Comienza a tomar forma entre 2012 y 2013 cuando empezamos, gracias a las cifras de diversos estudios, a preocuparnos más por el futuro laboral. Entonces empieza a coger una fuerza, que creo, ya es imparable.
¿Estamos preparados para los cambios que generarán en nuestras vidas las tendencias tecnológicas como el Big Data, la realidad virtual, la aumentada o los robots? ¿O solo las generaciones futuras?
A día de hoy estamos poco preparados pero cada vez más conscientes porque conocemos muchos estudios con respecto hacia donde vamos y estamos tomando conciencia por fin. Pero creo que es un realidad que va a arrollar -porque viene con mucha fuerza- a todos los trabajadores que ahora mismo estamos en activo y cuyas carreras laborales se alargan en el tiempo. Es una realidad que vamos a tener en muy poquitos años y, por lo tanto, tenemos que estar generando esa transformación mental que necesitamos primero, para llevar después a cabo esa transformación digital tanto a nivel personal como a nivel empresarial.
Por supuesto, las generaciones futuras piensan en tecnológico, y las carreras que están para ellos previstas, absolutamente todas, pasan por las TIC, por las nuevas tecnologías. Nosotros vamos a vivir una transición en la que, efectivamente como dicen estudios como el de la Universidad de Oxford, el 47% de los puestos que conocemos actualmente van a desaparecer en los próximos años. Con lo cual lo que hay que hacer es mirar muy bien que trabajos, como aquellos ligados a las manufacturas, a los trabajos nocturnos o a todo lo que tenga que ver con la burocracia en oficina, están en vías de extinción. Entonces, a esas personas que están ahora mismo trabajando ahí hay que ayudarlas hacia la transición del trabajo del conocimiento.
¿La formación universitaria pasará a un segundo plano por no adaptarse a estos cambios? ¿Cómo se educa en «Knowmads Schools Spain» para preparar a los alumnos al futuro laboral?
Ahora mismo la educación tradicional ni lo menciona. Creo que hay una labor educativa para acortar esa brecha que hay entre lo que se enseña todavía en la Universidad, sobre todo en la pública, y lo que se encuentra el alumno en la empresa o en el futuro. Por otro lado, tenemos que empezar ya a ayudar a esos alumnos, a las personas más jóvenes, a que tengan una actitud emprendedora, que no quiero decir, que tengan que emprender, pero sí que tengan una mentalidad de emprendimiento, porque la van a necesitar; una de las características de los Knowmads, los trabajadores del futuro, es su capacidad de creación y de innovación y eso está muy alineado con tener una mentalidad emprendedora. Con lo cuál es importante que tengamos esa dinámica de emprendimiento en los alumnos.
Por otro lado, se están generando ya a nivel privado escuelas, incluso las hay Knomads, que vienen al hilo de las originarias y pioneras en Holanda. Aquí en España, en Sevilla, hay una que ya está operando, y cada vez vemos más centros con un tipo de enseñanza alternativa que tiene su reglamentación y certificación, pero que ya va enseñando desde esta perspectiva, mucho más cercana a la realidad que se van a encontrar y que no tiene nada que ver con lo que se está enseñando en los sitios más oficiales o más institucionales, y por tanto más difíciles de cambiar.
La globalización ha favorecido la deslocalización de las empresas que ya pueden estar en distintas partes del mundo. Como bien explicas en tu libro, se trata de empresas líquidas pero, ¿somos los trabajadores flexibles, o relacionamos la flexibilidad con la precariedad laboral?
Todavía nuestra mente, y de hecho porque así lo hemos estado haciendo, relaciona lo flexible, el trabajo remoto, o el freelance y el autónomo, como lo peor que te puede pasar. Está denostado; son términos que si eres un autónomo muchas veces el pensamiento es porque no te queda otra, ya que las condiciones, desde el punto de vista de cómo están legisladas, son aumentables porque es muy difícil salir adelante como está ahora mismo funcionando el sistema.
Por otro lado, muchas veces la colaboración entre la empresa y esa persona freelance o autónoma siempre ha estado desde la perspectiva de ganar la empresa o la persona que contrata, y perdiendo, en esta relación, la otra persona porque está más indefensa. ¿ Y qué va a pasar? Que todo esto va a cambiar porque el cupo de personas que viene a trabajar de manera independiente es brutal y en España también. Ya es una masa significativa tan grande que va a coger un poder que hasta ahora no tenía, y va a tener una mayor capacidad de defender derechos y situaciones para que las relaciones partan de un win-win y no cómo hasta ahora.
Además, la empresa que mira al futuro y que tiene futuro está generando cada vez unas tendencias y una cultura de flexibilidad mucho más grande porque la necesita. Por un lado, porque económicamente se va a aliviar mucho en cuanto flexibiliza sus espacios de trabajo, por ejemplo, en cuanto ya las nuevas tecnologías nos permiten trabajar en digital y en remoto cien por cien con todas las garantías de calidad de trabajo. La empresa lo que tiene que hacer es aprovechar esta nueva tecnología y esta posibilidad del trabajo virtual para aliviar sus propios costes, con lo cual le va a interesar cada vez más una contratación externalizada. La empresa inteligente también está entendiendo que necesita digitalizarse y apoyar la flexibilización, tanto como para los trabajadores contratados, como para los externos en pro de su propia supervivencia futura.
¿Esta flexibilidad pasa porque los espacios de trabajo sean mucho más colaborativos y que tenga su reflejo en la forma en la que se relacionan los empleados?
Las empresas que están siendo inteligentes al final lo que hacen es un rediseño del espacio para implementar una serie de características propias de una empresa con futuro como, por ejemplo, eliminar las jerarquías exageradas, una herencia de la época industrial. Cuando cambias los espacios y los haces mucho más colaborativos y abiertos en los que un jefe se puede sentar al lado de una persona de base estamos rompiendo esas jerarquías y abriendo camino para que cuando estén encontrados físicamente tengan una sensación de colaboración; para que sepan que pueden participar y que hay una escucha activa.
Por otro lado, también cambian los espacios, que por supuesto se reducen, porque al final lo que hacen es no asignar una mesa -digámoslo así- a un puesto, sino que se hacen espacios mucho más transversales en los que la persona va con su dispositivo a trabajar sabiendo que a veces será a través de teletrabajo, y otras presencial. Pero al final, cuando se implementa un buen sistema virtual ya están pensados para que la forma de trabajar sea mucho más horizontal y colaborativa, en la que todos quieran participar. Además, estamos extendiendo esta nueva forma de pensar de una manera casi orgánica por cómo están implantados los propios software y la propia tecnología. Sin duda el futuro del trabajo pasa por lo social a todos los niveles.
Gracias a «knomads, los trabajadores del futuro» recomiendas al directivo desarrollar su marca personal con presencia, por supuesto, online. ¿Qué diferencias destacas entre la marca personal que debe crearse un CEO y cualquier otro empleado de la empresa?
Si es vital. La diferencia a nivel de construcción es prácticamente la misma porque estamos hablando de la construcción de la marca personal y no de la marca de la empresa corporativa, aunque es fundamental que los CEO y los directivos participen de sus propios canales de comunicación corporativos, aunque muchos todavía no lo hacen.
Además de que participen en esos canales corporativos, está demostrado, gracias a muchos estudios que destacan sus beneficios, que un CEO que está en RRSS o dispone de un blog tiene un impacto directo en la empresa positivo porque aumenta los niveles de confianza en el trabajador; el empleado empieza a conocer más humanamente a ese CEO cuando otras veces solo sabía que estaba en la quinta planta. Así se genera una cercanía con el trabajador, pero por supuesto con el consumidor y el resto de los stakeholders porque al final lo que estamos haciendo es trasladar la imagen de la compañía a través de una persona; ahora nos movemos y confiamos en las personas, y no en lo que te está diciendo una corporación, con lo cual el beneficio es brutal.
¿Cómo será la relaciones entre los millennials y los directivos de las empresas?
Bueno hay directivos de las empresas que ya estén siendo millennials. Aquí hay un cambio brutal, de hecho escribí hace unos días un post hablando de los 40 años como barrera psicológica en España para temas de contratación. Estamos muy descolocados porque nuestras carreras profesionales se van a alargar hasta casi los 80 años o más; los cambios demográficos nos afectan de manera muy fuerte a los países europeos, sobre todo porque no tenemos personas jóvenes por detrás que nos vayan a sostener las pensiones. Además, a una persona de 40 años le queda el 67% de su vida laboral, estamos hablando de que todavía le queda más de lo que ya ha trabajado con 40 años. Entonces tenemos que empezar a cambiar los chips de las edades porque estamos muy confundidos, ya no funciona como antaño. Esto significa que al final vamos a tener convivencias generacionales muy distintas. Ya está pasando dentro de las empresas, y lo que hay que hacer es saberlo encajar, porque cada una viene con sus propios beneficios y sus propias trabas.
Pero ahora mismo los millennials -que si tenemos en cuenta que ya tienen hijos porque los más mayores tienen 35 años- son ya muchos directivos de empresa; puede ser un CEO, un millennial o un baby boomer o uno de la generación Y. Y no pasa nada, vamos a buscar talentos. Pero si un CEO es una persona joven necesitará a otras más mayores en su equipo por todo lo que le pueda aportar, y al revés; cuanto más mezclados estemos, tanto generacional como culturalmente, como por supuesto de género, mucho más ricas van a ser las aportaciones que hagamos a las empresas, de hecho creo que estas combinaciones son las que ya están funcionando en las nuevas empresas y en las startups.
¿Qué perfiles de trabajo serán los más necesarios a partir de ahora? ¿Nos desvelarías el nombre de algunas profesiones del futuro que todavía no conocemos?
Hay varias maneras de afrontar el trabajo del futuro, otras formas que se prevén que van a funcionar: se conocen como reequiparar, mezclar y resolver. El reequipamiento de lo que se hace cargo es de sumar nuevas habilidades a los trabajos actuales, como por ejemplo, el Telecop, un oficial de policía al que se le añaden habilidades digitales para que use el teletrabajo y sea más efectivo en nuevas tendencias, como por ejemplo, la ciberdelincuencia.
Otro es la mezcla, que combina funciones y habilidades de distintos trabajos; a partir de dos sectores o dos tipos de profesiones distintas se genera una nueva especialidad. Por ejemplo, todo lo relacionado con la salud humana que es cada vez más importante, mezclado con el medio ambiente da lugar a un tipo de trabajo que tienen que ver con la enfermería de la salud ambiental, con todo lo que tiene que ver con las toxinas, etc.
Por último, tendríamos lo que es la resolución de problemas, trabajos totalmente nuevos que no conocemos hasta ahora y que surgen en función de las nuevas problemáticas que haya que solucionar en el futuro. Aquí todo tiene que ver 100% con lo digital, por ejemplo, el arqueólogo digital y todo lo que tenga que ver con la salud, con el medio ambiente, con la psiquiatría, etc. Además, obviamente, todo lo que tiene que ver con esas tendencias digitales como el Smart City, las empresas 4.0, el Big Data, el Internet de las Cosas. Por ahí se va a generar muchísimo trabajo.
¿Y cambiarán los criterios de selección de los RRHH?
Por supuesto, y si no se ponen las pilas ya se van a quedar sin el talento necesario o van a perder el que tengan. Los Knowmads, los trabajadores del conocimiento, sobre todo también entendido como perfil, van pidiendo una serie de cosas a la empresa para que les atraiga y ya no es lo de siempre; ya no se buscan la estabilidad y el contrato fijo porque es irreal totalmente. Al final lo que se está pidiendo es un buen apoyo en el desarrollo de la carrera profesional, el crecer, porque cada vez nos interesa más tener un aprendizaje continuo. Entonces, la empresa tiene que poder ofrecer eso, la libertad y la flexibilidad, que confíe en nosotros para llevar los proyectos sin tener vigilancia, además de tener la posibilidad de movernos, de trabajar en distintos países, etc. Ya se está anteponiendo la libertad y el bienestar como deseo de atracción frente al sueldo o la estabilidad, aunque, lógicamente, hay que pagar bien; pero ya no es tanto cuánto me pague si a cambio de que sea mucho me voy a quedar atrapado en un tipo de trabajo del siglo pasado.
¿En qué proyectos estás involucrada actualmente?
Todavía no puedo asegurar cien por cien porque estoy construyéndolos. Hay un gap ahí entre los nuevos futuros laborales que están demandándose y cada vez se van a demandar más, y el cómo se encuentra esa persona y dónde están esas personas que a los recursos humanos todavía les cuesta mucho encontrar.
Ahora mismo estoy trabajando con empresas a nivel In-company precisamente ayudándoles a hacer internamente esa transformación de mentalidad y digital que tienen que hacer. Después, por supuesto, me gustaría con el grupo de Knowmads Hub, con el que participo y tenemos bastantes personas Knowmads y talento, empezar a generar esa especie de base de datos profesionales que yo llamo premium porque sería lo mejor de lo mejor de cara a un futuro. Por supuesto, también formar en muchas áreas que ahora mismo todavía ni sabemos qué van a ser. Estaré al pie del cañón de las necesidades que vayan surgiendo.